ChatGPT se ha convertido, sin duda,en todo un fenómeno en los últimos meses. La irrupción de una IA (inteligencia artificial) con una capacidad tan asombrosa para interactuar y crear contenido ha traído también gran controversia. ¿Estamos ante un cambio de paradigma de la inteligencia artificial? Desde luego, esta herramienta ha dado mucho que hablar y lo seguirá haciendo, más desde el refuerzo en la alianza entre Microsoft y OpenAI (empresa dueña de ChatGPT).
Si no has usado ChatGPT todavía, se trata de un chatbot de inteligencia artificial con una gran capacidad para dialogar con los usuarios. Además, algo que ha sorprendido a mucho ha sido sus habilidades para crear contenido desde cero. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. No debe confundirse una capacidad técnica con una capacidad efectiva.
Cómo usar ChatGPT en mi empresa
Desde Halter, como agencia de comunicación, podemos encontrar múltiples aplicaciones del uso de este chatbot. Desde borradores de texto a ideas para artículos o comunicaciones de email. La realidad que se esconde detrás de todo esto es que los textos generados por ChatGPT no son los más adecuados para comunicar de forma efectiva.
Como principal desventaja, la personalización y dedicación que merecen los usuarios se pierde de principio a fin. Eso no quiere decir que no puedan ser utilizados. Bajo el punto de vista de profesionales de la comunicación, estos contenidos pueden ayudar a reducir plazos y tiempos pero solo han de usarse como base o inspiración. Todos ellos han de ser reestructurados y reformulados siguiendo las guías de estilo y tono propios de cada marca.
Pero entonces, ¿qué problema tiene usarlo?
No se se trata únicamente de un asunto formal y estético. A pesar de que Google sea un «amante» de la inteligencia artificial, su aplicación para textos y posts para web está totalmente desaconsejada. Aunque no existe una posición oficial por parte del buscador, si que ha habido declaraciones y tweets donde se habla de que los contenidos generados por IA vulneran la guía de estilo de Google (más info aquí). Es decir, usar textos generados por IA te expone a penalizaciones por parte de Google. A este respecto, hay muchos estudios y ejemplos de expertos en SEO que ya han visto como sitios creados ex profeso para probar estos textos obtuvieron buenos resultados en sus primeras semanas de vida y, poco a poco, Google ha ido penalizando su posición para las diferentes keywords utilizadas al ir detectando el «responsable» real detrás de estos contenidos.
Entendemos perfectamente la tentación de recurrir a estas herramientas. Cualquiera querría ahorrar tiempo y obtener resultados. Pero, por el momento, son una mera ayuda. Siguen necesitando de la acción por parte de personas para convertir estos contenidos en textos de calidad y efectivos. ¿Nuestra recomendación? Delega en auténticos profesionales la gestión de tu web y redes sociales. Por ejemplo, Halter Comunicación 😏.