Comunicación

Tono propio de marca

La idea de obtener un tono propio de marca es un gran deseo de muchos profesionales del marketing. Obtener un tono propio de marca es darle personalidad, acercarla a sus clientes y diferenciarse de la competencia. Aparentemente todo son ventajas. Entonces, ¿por qué no todas las marcas dan el salto? Aunque no haya una verdad absoluta al respecto, vamos a tratar de dar algunas respuestas.

En primer lugar, un tono propio indica que esa marca hace las cosas de forma diferente. ¿Cómo ser diferente en un mundo donde todo parece estar inventado? Este sea quizá el principal problema al que nos enfrentamos. Pero no es el único. Cuando una marca se quiere diferenciar en su tono comunicativo suele tomar decisiones arriesgadas. Hoy día es muy común, por ejemplo, la figura del community manager «canalla» al que no le importa «pisar charcos». Pero, piénsalo por un momento, ¿estás dispuesto a correr riesgos reputacionales? ¿Cualquier tono puede ser el apropiado para tu marca, producto o servicios? ¿Está tu público objetivo preparado para una comunicación disruptiva?

Si la respuesta es «SÍ A TODO», enhorabuena. Estás preparado para intentar construir un tono propio de marca. Eso si, sigamos pensando en inconvenientes por lo que no todas las marcas lo hacen. Has de tener en cuenta que este tipo de comunicación requiere de grandes esfuerzos creativos. También, significa estar muy pendientes de cualquier gran evento o situación que se convierta en elemento de controversia online. Seguro que te suena algo de un reloj Casio o un Twingo y como cientos de marcas se lanzaron a aprovechar el momento.

Tono propio de marca (pero sin pasarse)

Claro, eso sería lo ideal. Quiero crear una comunidad alrededor de mi marca a la que le guste mi tono y me siga porque le gustan mis mensajes (sin ofender a nadie claro). Y, además, voy a incluir mensajes con carácter comercial dentro de mi plan de contenido. Uf…¡señora que si quiere bolsa! Es decir, sal de tu ensoñación.

Si quieres jugártela has de hacerlo con todas las consecuencias. Las medias tintas aquí no te van a llevar a ningún sitio. Elige tu tono: gracioso, faltón, cuqui, insensible…Aquí no hay límites. Una vez elegido, comienza a utilizarlo en todas tus comunicaciones directas con usuarios, especialmente en tu estrategia en redes sociales y newsletter. En unos meses podrás evaluar si ha crecido la interacción con tus usuarios y has hecho crecer tu comunidad. También tendrás que estudiar si el tono te ha producido problemas o enfrentamientos con usuarios (e incluso clientes). A partir de aquí, hay que decidir. ¿Me interesa apostar por este tono?

Si has llegado hasta aquí y no lo tienes claro, tranquilo. Es normal. Una marca no tiene porque ser rompedora e impactante de forma obligatoria. En cualquier caso, si crees que tienes que hacer algo diferente y no sabes cómo, seguro que en Halter podemos ayudarte (si nos dejas claro).

 

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